
Ese disco marcó mi adolescencia y aún hoy día, cuando lo reviso, consigue emocionarme como antaño. Recuerdo perfectamente la primera vez que lo puse. Fue una calurosa tarde de Agosto, 19 años atrás en el tiempo. Mi primo y yo regresábamos de un fin de semana en Ciudad Real y al pasar Despeñaperros, llegó el momento sublime. En el Radio-Casette de un Opel, que hoy día será pasto de desguaces. Aunque no lo creáis, todavía conservo ese casette. Son esas viejas reliquias que uno conserva por nostalgia. Es un buen amigo que te ha acompañado durante muchos años y que no merece el cruel castigo del cubo de la basura. Cuando sonaron los primeros riffs de The Edge en “Where the Streets have no name”, sabía que me enfrentaba a algo colosal. La apertura del disco es sublime, con el tema previamente citado y seguido de “I still haven´t found…” y “With or Without you”. Un comienzo de disco ante el que no hay nada que objetar, creo. Sin embargo yo quería hacer hincapié en la segunda parte del disco, que bajo mi punto de vista contiene algunas de las mejores canciones de la historia del Rock. Canciones como “Red Hill Mining Town”, “In God´s Country” o “Mothers of the Disappeared” son cortes imprescindibles en la historia del grupo irlandés. Esta última canción la tocaron en el Estadio Nacional de Chile ante las madres de los desaparecidos bajo la dictadura chilena.
Con “The Joshua Tree”, los irlandeses adquirieron el status de superbanda y su tour mundial marcó un hito. Muchos aún recuerdan el concierto que Bono y sus chicos ofrecieron en el Estadio Santiago Bernabéu el 15 de Julio de 1987. Los allí presentes jamás lo olvidarán e incluso la propia banda ha reconocido en alguna ocasión que aquel concierto marcó un antes y un después. Fue un disco legendario y un tour grandioso, probablemente el más importante de la década de los 80. Un álbum que independientemente que te gusten o no los U2, hay que poseer, pues es historia pura al alcance de nuestros oídos. Quería que este fuera el primer disco en comentar en el blog por ideología, respeto y devoción a una banda cuya música me ha acompañado durante toda mi vida. Larga vida a U2.
Un abrazo.